Reflexiones tras el 2º CISOL

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1 Introducción

Los pasados días 23, 24 y 25 de mayo, cerca de 40 ponentes,
entusiastas y promotores del software libre en México desde hace
largos años nos dimos cita en el segundo Congreso Internacional de Software Libre (CISOL) en la ciudad de Zacatecas. Algunos
llegaron incluso dos días antes para impartir talleres.

Ya desde antes de emprender el viaje, comenzamos a intercambiar dudas
acerca de la incertidumbre, dado que por lo visto todos nosotros
requeríamos de respuestas e información respecto a nuestra
participación (desde el saber siquiera si estábamos o no invitados)

2 Nuestra inversión: ¿Cuánto cuesta ir a un congreso?

La gran mayoría de los participantes en un congreso de esta naturaleza
tenemos un desempeño profesional que nos ocupa a tiempo
completo. Nuestra principal inversión en un congreso, por tanto, puede
tasarse muy simplemente: ¿Cuánto tiempo tuvimos que dejar de trabajar
(o hacerlo en condiciones subóptimas, a distancia y desde un cuarto de
hotel si bien nos va) para participar en él? ¿Cuánto tiempo laboral
dedicamos, además, a preparar el material que presentaremos en vez de
estarlo dedicando a nuestro trabajo?

Ninguno de nosotros acostumbra cobrar honorarios de ningún tipo por
participar en un congreso organizado por una comunidad de usuarios o
por una universidad; incluso muchos hemos participado gustosamente en
actividades claramente con fines de lucro dado que nos es importante divulgar nuestro trabajo. Pero hay obviamente más costos que son
inescapables para ir a hablar de cierto tema a otra ciudad.

2.1 El costo económico duro

Sumemos a esto el costo diréctamente económico de trasladarnos hasta
el lugar del congreso y permanecer ahí. La mayor parte de los
congresos, seminarios o encuentros a los que la mayor parte de
nosotros hemos sido invitados cubren de entrada estos gastos sin que
nosotros tengamos siquiera que preocuparnos de ellos; si mucho (por
ejemplo, cuando decidimos ir en auto particular), todos coincidimos en
que ni bien llegamos al congreso, lo normal es que los organizadores
nos reembolsen la totalidad de nuestros gastos para un viaje redondo
y tengan ya resuelto nuestro hospedaje (en caso de requerirlo) y
nuestra alimentación mientras estamos ahí.

En pocas palabras: Lo único que pedimos por ir a hablar del tema en
que nos hemos hecho expertos es que no nos cueste hacerlo.

3 La sorpresa

El CISOL, sin embargo, fue una verdadera decepción. Algunos de
nosotros hemos participado literalmente en cientos de actividades
académicas, y lo que nos tocó vivir es prácticamente inédito — Más aún
teniendo en cuenta la escala a la que fue planteado éste congreso.

El CISOL fue realizado con importante participación y donativos (en
especie y en efectivo) del Gobierno del Estado de Zacatecas, y de
varias empresas. Además de esto, los asistentes pagaron entre $100 y
$250 por participar, mas entre $250 y $400 por taller (los precios,
dependiendo de cuándo lo pagaron y de si eran estudiantes, docentes o
particulares).

Uno a uno, los ponentes fuimos topándonos con largas y negativas a
la hora de solicitar reembolso por nuestros gastos. No fue sino hasta
la tarde del jueves (tras dos de los tres días del congreso) que
muchos nos enteramos que el CISOL no nos cubriría los gastos de
alimentación. Tomando en cuenta que tanto el hotel en que nos alojamos
las actividades del congreso estaban alejados de la ciudad, eso
significó a varios de nosotros absorber el costo de comidas a precio
de hotel internacional sin esperarlas. Incluso, la organización del
congreso nos indicó el lugar donde debíamos ir a comer a medio día el
día miércoles, sin indicarnos que debíamos cubrir los gastos. El no
explicitarlo llevó a que gente fuera sin dinero para pagar, y tuviera
que pedir prestado.

Afortunadamente hay camaradería, y a lo largo de los años nos hemos
ido conociendo. No causa demasiada incomodidad, pero sí causa que una
sóla persona absorba cuatro, cinco, seis cuentas por traer un billete
grande — y esperando un reembolso.

3.1 Falta de claridad, falta de respuesta, falta de fondos

Al entregar los comprobantes al organizador central, Manuel Haro, en
un primer momento los aceptó sin aparentar ni sorpresa ni rechazo
alguno. Fue apenas hasta la tarde del jueves 24 que comunicó a algunos
ponentes que no se les reembolsarían los alimentos. Algunos incluso
fueron rechazados de forma grosera. Otros más no obtuvieron respuesta
alguna, ni positiva ni negativa.

Uno de nosotros habló con Manuel Haro, y éste le mencionó dificultades
con uno de los patrocinadores, que lo tenía ahorcado con el dinero.

Lo que más molestó a muchos de los firmantes es la opacidad, la falta
de información. Muchos estaríamos dispuestos a ayudar al CISOL
cargando con parte de nuestros gastos si se nos informa. Sin
embargo, darnos largas no es una respuesta aceptable. Nuevamente, si
por lo menos los firmantes hubiéramos recibido una respuesta
transparente, probablemente no hubiera habido necesidad de presentar
el presente texto.

3.2 La respuesta, por fin

Pasó el día jueves. Por la noche participamos en una de las famosas
callejoneadas por la ciudad de Zacatecas. Disfrutamos de la noche,
junto con los participantes del congreso, cual debe de ser. También el
miércoles y el viernes hubo actividades sociales de integración, en el
bar de la Mina el Edén.

El viernes 25 pasó, como dirían, sin pena ni gloria. Por la noche,
los ponentes fuimos invitados a una cena exclusiva, al final de la
cual poco a poco comenzamos a gravitar alrededor de Manuel Haro, quien
discretamente estaba repartiendo billetes — De una forma que a muchos
pareció muy discrecional y sin mediar firma en recibos, cubriendo
únicamente una porción del costo del transporte (con algunos, del
órden del 70%). En ningún caso, hasta donde sabemos, cubrió gastos de
alimentos. En algún momento se le terminó el fajo de billetes, y se
comprometió a seguir con los reembolsos con depósitos a cuentas
bancarias.

3.3 Cuestión de prioridades

Si bien este reembolso en efectivo tranquilizó parte de los ánimos,
quedan abiertos varios puntos de incomodidad. No podemos negar la
importancia de las actividades sociales (muy al contrario, entre
nosotros platicamos de la importancia de fomentar una mayor
convivencia entre ponentes y asistentes, tendiente a borrar la
distancia, y volver a un modelo como el que teníamos en los congresos
comunitarios hace años). Sin embargo, nos parece inaceptable que un
congreso pague la diversión y la borrachera de los participantes pero
no tenga para pagar los supuestos básicos mínimos.

4 Concluyendo

Este largo texto puede sonar a un berrinche de codos miserables
llorando por centavos. A fin de cuentas, no es tanto dinero, ¿o sí?

Pero el problema es de formas, es de transparencia, es de trato, es de
dignidad, es de actitud.

Algunos de los afectados impartieron talleres con amplia asistencia,
y pueden identificarse como directamente causantes de un importante
ingreso de dinero al congreso. Ni siquiera eso pesó al momento de
considerar el esfuerzo que realizaron.

Si falta dinero para cubrir los gastos de los ponentes, esto debe
informarse con antelación. Muchos estaríamos dispuestos a participar
de vuelta si se nos hubiera informado de esta situación, pero la
forma en que se manejó nos es inaceptable.

La situación nos pareció tan inaceptable que hemos decidido que
ninguno de nosotros volverá a participar en el CISOL en tanto esto
no sea resuelto a satisfacción de todos los firmantes.

El presente documento fue acordado en conversaciones informales, y no
descartamos que los demás ponentes pudieran adherirse. En caso de que
así lo hicieran, nuestro compromiso de respaldar en bloque el que
también sus necesidades sean cubiertas.

5 Firmantes (en órden alfabético)

  1. Jesús Antonio Álvarez Cedillo
  2. Sandino Araico
  3. Miguel Barajas
  4. Felipe Cabada
  5. Richard Couture
  6. Sandino Flores
  7. Carolina Franco
  8. Gonzalo González
  9. Mago Gozner
  10. Claudia Hernández
  11. Octavio Méndez
  12. Alejandro Miranda
  13. Gabriel Orozco
  14. Georgina Pérez
  15. Gunnar Wolf
  16. Leonardo Yamazaki

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15 thoughts on “Reflexiones tras el 2º CISOL

  1. Pues no me parece que sea una rabieta lo que tratas de comunicarnos Pop. La verdad, esto de acudir a congresos y eventos de S.L. se vuelve una verdadera vocación en la que a veces además de tu tiempo, inviertes tu propio dinero. Lo mínimo que te pueden ofrecer es un trato digno.
    Estoy seguro de que muchos habrían ido con gusto inclusive si no les hubieran pagado un céntimo, pero encontrarte con esas broncas en un lugar alejado y sin mayor información o apoyo es muy, muy gacho.

    Ahora bien, si a lo que fueron es a darle duro a la GPL… entonces que se frieguen por no invitar.

  2. Estuve platicando con Manuel sobre la necesidad de analizar qué fue lo que salió mal en este congreso.

    Me sorprendió que tratándose de un congreso de software libre tan anunciado y para el que teníamos tantas expectativas asistencia hubiera sido tan pobre. Algunos me comentaron que por la lejanía del auditorio, otros me comentaban que porque los talleres quedaban en otra sede, otros que porque de plano les valió madres a los estudiantes de Zacatecas… El punto es que la asistencia fue ridículamente baja y nadie lo esperaba de esa manera.

    Más adelante en otros comentarios podríamos analizar con mayor profundidad las razones de la falta de asistencia, pero mi recomendación para 2013 es que no se organice ningún CISOL en Zacatecas.

    Mi mejor contribución será dejar de asistir a Cisol en 2013. Tenemos que aprender a eliminar los esfuerzos infructuosos para mejor enfocar esos esfuerzos a apoyar los proyectos que sí están dando resultados. La única manera como podría yo cambiar mi opinión es que me puedan convencer (de manera pública) de que todas las razones para la baja asistencia de este año fueron profundamente analizadas y adecuadamente corregidas y que me puedan demostrar la manera como están garantizando los gastos de todos los ponentes para que no se vuelva a repetir lo de este año.

    México merece que sus congresos internacionales de software libre sean masivos (miles de asistentes) y que los simposios de software libre locales que andan organizando los tecnológicos y las universidades estatales tengan cada vez mejores ponentes con temas más avanzados y más inovadores.

  3. De acuerdo con lo que expresas, Sandino… El punto con la redacción que presentamos fue que la crítica específica fue ante el trato que recibimos los ponentes. Sí, me uno a la sorpresa y decepción ante la baja asistencia. Por mi parte, yo estoy dispuesto a volver a participar en un CISOL en Zacatecas, del mismo modo que estoy dispuesto a ir al Instituto Tecnológico de San Dino Pencasverdes si hay interés, siempre y cuando se resuelvan los problemas señalados.

    Aunque, sí, me parece ridículo llamarlo “congreso internacional” sólo porque hubo un par de invitados de más allá de nuestras fronteras. Lo que define el ámbito de impacto de un congreso son los asistentes: En nuestros viejos congresos de hace 10 años, claramente podíamos decir que eran congresos nacionales (porque venía gente de todos los rincones del país). En este caso, si mucho, el CISOL fue un congreso regional.

    Creo que algo que hace falta aquí es la labor de un comité académico: Si hay demasiadas ponencias, es necesario descartar a la mitad más pobre para quedarse con las más atractivas. Un salón para 300 personas con sólo 15 participantes se ve tan triste como el inicio de campaña de Josefina.

  4. No te preocupes, Jose Luis, pero que no se repita. Suficientemente jodido me veo como estoy 😉

    Y no, no fuimos ahí para darle duro a la GPL. No todos, por lo menos. Y ese es otro punto que tendríamos que debatir: ¿Qué sentido tiene que asistan 40 ponentes a un congreso si van a estar cheleando en el hotel, y no compartiendo con los participantes? Si nos invitan es por el tiempo entero que dura el congreso, no sólo por la hora a la que nos toca hablar.

  5. Es que todo va junto con pegado.

    Un congreso que se dice a sí mismo “Internacional” debe tener contemplada la asistencia de visitantes de todos los países y la promoción necesaria en todos esos países para convencer a los asistentes de venir… …y la inversión necesaria para promover el congreso en todos esos países…. Si no lo vas a hacer de esa manera mejor quítale la ‘I’ de “Internacional” y quédate en “Nacional” o “Local” o algo que sea realista. El abuso de la palabra “Internacional” va a acabar jodiendo la credibilidad de todos los organizadores de congresos de software libre, no sólo de éste.

    Un congreso donde el Gobernador está invitado a la inauguración es algo inédito. Un evento donde asiste sólo un puñado de pendejos a ver al gobernador también es algo inédito. Yo nunca he organizado un congreso de software libre, pero hace falta estar ciego para no darse cuenta que hubo fallas terribles en la convocatoria. No sé cuáles fueron esas fallas pero sí sé que fueron terribles.

    Es insólito estar en un salón con más reporteros que ponentes y con más ponentes que asistentes.

    Un evento sin asistentes es un evento sin recursos. Si esperábamos a 1,500 asistentes y llegaron 40, es lógico que no salgan las cuentas para cubrir los gastos de los ponentes. El error no está en romper el corazón de los ponentes que vienen a compartir sus conocimientos (tal vez sí, pero no es el principal error). El error está en la convocatoria del congreso y ese error debe ser rastreado, analizado, entendido y corregido.

  6. Gunnar, tienes toda la razón. El contrato es sencillo: yo como
    conferencista contribuyo mis conocimientos y mi tiempo (una conferencia o
    un taller bien preparado sí consume mucho tiempo). Nunca me ocurrió cobrar
    por eso. Los participantes por su parte contribuyen con dinero para pagar
    mis gastos duros como transporte y alojamiento. Eso lo conozco como
    colaboración.

    Lamentablemente varios organizadores de eventos interpretan el concepto en
    el sentido como se usa en los semáforos: tú das, yo tomo.

    Me extraña que te hayas cuenta de eso hasta hoy ya que fuiste a varios
    congresos. Yo hice mis primeras experiencias hace 10 años con el CONSOL.
    Nos invitaron a dar varias conferencias y talleres y cuando pregunté por
    los gastos del transporte hubo una mala sorpresa. (No se pagó nada.) Y
    “¿Alojamiento? Oops, ¿qué es eso?” Ese famoso Manuel del GULEV se enojó
    incluso cuando me atreví a preguntar por los viáticos.

    La conclusión es muy sencilla (y veo que llegaron a un resultado parecido).
    No me urge dar conferencias. Si pago transporte y hotel yo mismo, quiero
    determinar el destino. Y ya que no hay playa en el D.F. ni en Jalapa ni en
    Zacatecas …

  7. Dos cosas:
    1-¿¿Como comparan CISOL con CONSOL y con otros eventos parecidos?? ¿se repiten los problemas, los organizadores, etc?

    2-¿Seria factible un congreso organizado/oc-organizado por los mismos ponentes? Ya, se que no es fácil (trabajo, disponibilidad, ser organizador y ponente, etc); después de todo los ponentes saben cuales son los problemas/inconvenientes/errores/etc

    PS:Turbo dice arriba que el gobierno lo corrompe todo. Supongo que si es la secretaria de cultura local y suelta el presupuesto de un golpe ya no es culpa del gobierno (ya, un poco ingenuo…)

  8. Bli,

    La diferencia con el CONSOL o con el GULEV es muy sencilla: Las expectativas de los participantes. Claro, tengo más que presente que cuando planteamos estos congresos, hace ya más de 10 años y sin mucho del camino andado que tenemos ahora, no consideramos siquiera estos importantes puntos. Pero sí, el contrato era otro: «¿Vienes de ponente? Quedas eximido de pagar entrada, puedes entrar a todo». Recordarás que incluso tras haber organizado el primer CONSOL, me acerqué incrédulo ante tí, «¿Cómo es que consigues que IBM patrocine un congreso?», a lo que me respondiste sencillamente, «pidiendo». Pum. Hay que pedir para obtener patrocinio. Al año siguiente, sí, CONSOL pidió, e IBM nos dió (si no me equivoco) cosa de 20,000 pesos. Nada mal.

    Pero bueno, el reclamo en este caso no es (¿no sólo es?) porque al volvernos viejos nos hemos vuelto snobs. El reclamo es de expectativas: Todos esperábamos un cierto trato. Si éste trato no se dio, y si por lo menos 15 de los 42 ponentes nos sentimos de esta manera, por algo será.

  9. chaoslord,

    1- La principal diferencia que veo en la tónica que mencionas es que los congresos que organizábamos de forma comunitaria eran planteados mucho más horizontales — De nosotros, para nosotros. Más allá de un idealismo revolucionario, a lo que me refiero con esto es que los participantes éramos los ponentes. Los ponentes éramos nuestro propio público. En el CISOL, así como en buena parte de los congresos al día de hoy, a los ponentes nos invitan para que le demos a los asistentes conferencias y talleres. Se erige, voluntaria o involuntariamente, una pared entre ambos grupos.

    2- Yo no lo creo. No en mi caso, por lo menos. Sólo puedo hablar por mí mismo. Durante tres años, organicé el CONSOL. Luego, por cinco años organicé el EDUSOL. Hoy en día (y desde el 2005) organizo el DebConf. Organizar un congreso es una tarea pesadísima, que toca todos los ámbitos logísticos que puedas imaginarte. Y sonará mamón, pero tienes que elegir para qué grupo trabajas. Prefiero dedicar mis esfuerzos a crear un mejor DebConf, siendo que Debian es el foco de mi actividad técnica y comunitaria hoy en día, que a darle un congreso a un grupo sin mucha forma que ha avanzado mucho y por sus propios caminos de lo que yo conocí antes.

    Supongo que ahora, si hay congresos de orientación comunitariosa, serán específicos a sub-áreas de aplicación. Hacer algo demasiado masivo no creo que sea muy compatible con hacerlo bien 🙂

    Y respecto a tu comentario ante Turbo: Yo he organizado muchos congresos con fondos del gobierno. Varios CONSOLes tuvieron apoyo directo y económico de universidades públicas; el DebConf se ha hecho por lo menos cuatro veces con importante participación de diversas entidades de gobierno. Creo que es una generalización demasiado rápida.

  10. Si a los ponentes internacionales se les paga transporte, hotel, comida, chelas, se les pone marcación personal, a los ponentes nacionales se les debe dar el mismo trato.
    Desde luego, si los ponentes internacionales traen presentaciones muy chingonas, a los ponentes nacionales se les pueden exigir presentaciones igualmente chingonas.
    Este tipo de exigencias son mamonas pero benéficas. Con el paso del tiempo los congresos de software libre tendrán ponentes muy chingones con presentaciones muy chingonas y los asistentes obtendrán el beneficio directo mientras que los ponentes podrán sentirse agusto. Obtenemos un gran espectáculo donde todos ganan.

  11. La gran cagada del CISOL 2012 (según mi punto de vista) fue haber tratado de abarcar la organización de un congreso masivo con equipo organizador muy pequeño. Se les fue de las manos la organización y era lógico; tres seres humanos (por no decir uno) para llevar toda la logística de un evento de 3 días con 41 ponentes en 3 salas simultáneas, miles de sillas que llenar, talleres, patrocinios, viáticos, etc… es demasiado para un equipo tan pequeño.

    Para las expectativas del CISOL 2012 se necesitaba un comité organizador de al menos 10 personas con roles perfectamente bien delegados y un staff de apoyo de por lo menos otras 25 personas.

    Las fallas en la convocatoria las desconozco pero escuché comentarios de omisiones muy evidentemente ligadas a las mismas limitaciones de un comité organizador tan pequeño.

    ¿Cuál es la solución? Aprender a trabajar con lo que tenemos sin querer abarcar más e lo que podemos.
    – Si estoy yo solo contra el mundo tal vez puedo organizar un Barcamp como los que organizó Paw, cero gastos, cero viáticos, una sede suficientemente cómoda y amplia y puede que salga bien.
    – Si mi equipo es de unas 4 personas puedo organizar un ciclo de conferencias de un solo día, con 5 ponentes, con asistentes principalmente de la universidad local e invitados de otras universidades y tecnológicos de la zona.
    – Si mi equipo es de unas 15 personas puedo extender el ciclo de conferencias a 2 o 3 días, con unos 15 ponentes, un par de mesas y esperando una asistencia de entre 150 y 500 personas, tal vez un invitado internacional pero no siempre es necesario.
    – Si mi equipo organizador es de unas 30 a 45 personas y cuento con suficiente presupuesto y con el apoyo incondicional de una universidad, entonces sí ya puedo tirarle a la organización de un congreso del tamaño del FSL, del Consol, del ENLi, de los primeros tres Gulev, con decenas de ponentes, tracks simultáneos, invitados internacionales, talleres, etc…

    Hay que poner los pies en la tierra. Si no voy a poder con el paquete es mejor no meterme en camisa de once varas y mejor sumar mi apoyo (y mis recursos) a la organización de otro evento que tenga mejores posibilidades.

  12. Al parecer los viaticos ya nos fueron depositados.

    Aun así quiero hacer algunos comentarios:
    1. Puntualidad. Siempre habrá situaciones donde un ponente no llega o llega tarde, pero los asistentes son la razón de ser del evento, no los ponentes.
    2. Organización. No se puede centralizar un evento de este tamaño en una sola persona, ni debería.
    3. Señalización. Los salones tenían una hoja de papel con el nombre, pero no había nada donde poner qué evento se estaba llevando a cabo, ni si hubo cambios o nada parecido. Había un libro con lo que “debió” ser, pero mi sugerencia es abandonarlo en favor de un monitor grande de computadora donde esté pasando el programa actualizado constantemente. Lo mismo pasó en los talleres en ua UAZ: Ni el encargado sabía quién, que ni donde. El personal normal debe estar enterado o el staff del evento no se puede mover de alli.
    4. Convocatoria. Debe publicitarse el evento de forma que los alumnos vayan. Hay que evitar las fechas de exámenes y otros eventos que se lleven la audiencia. Hay que hacer contactos en las diferentes universidades y animar a que vayan de todo méxico, con paquetes de hospedaje de ser posible. Quizas el cartel estuvo a tiempo, pero no llegó a los interesados, y estos no asistieron.
    5. Cumplir. Una vez se dice una cosa, hay que atenerse a ella en la medida de lo posible. Eso quizas es lo más dificil de un evento cuando todo el entorno está variando y problemas surgiendo, pero es cierto.

    En fin que el evento debe repensarse para llegar a ser un referente nacional. por el momento lo veo en el mismo nivel que el primero y urge mejorarlo.

  13. Estoy de acuerdo también que como en todos los grandes eventos, hay personajes que son invitados para hacer que el show sea más interesante y allá mayor convocatoria, pero para que ellos asistan hay que patrocinarlos, como bien dicen arriba, es su tiempo, pues son los que hacen el cartel más interesante como generalmente lo es un Miguel de Icaza, un Federico Mena, un Pop, un Sandino(Kbrown o Tigrux), un Moises, Gunnar, Xiam, etc. que sin duda siempre tienen cosas interesantes que aportar y vale la pena tenerlos en un evento de SL y claro también hay que apoyarlos con sus gastos para que sigan teniendo el interés de compartir sus conocimientos y experiencia.

    Creo que la logística tuvo sus detalles, pero hay que verle el lado bueno, sirve de experiencia y seguro que el próximo año habrá un mejor CISOL, espero los involucrados sigan asistiendo pues son parte importante para enriquecer y darle mayor empuje al uso del software libre en el país.

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