Inception (2010, Dir. Christopher Nolan), es catalogada por muchos como “El Matrix de la decada”, ya que toca de manera brillante los mundos interiores de las personas por medio de sus sueños.
La trama se centra en Dom Cobb (Leonardo DiCaprio) que se dedica al espionaje industrial, pero adentrandose en los sueños de las personas para obtener sus secretos. Cobb falla un trabajo en donde tenía que obtener información de Saito (Ken Watanabe) y este hace que Cobb haga algo inesperado: Poner una idea en la cabeza de Robert Fischer (Cillian Murphy) que es el heredero de la empresa rival a la suya, para así destruirla.
Sin embargo el propio inconsiente de Cobb lo tortura, ya que no puede ver a sus hijos, pues es culpado de la muerte de su esposa Mal (Marion Cotillard) y Saito aprovecha esta situación para ofrecerle una salida. Cobb arma un equipo con Ariadne (Ellen Page), Arthur (Joseph Gordon-Levitt), Eames (Tom Hardy), Yusuf (Dileep Rao) y el mismo Saito, que quiere ver que su trabajo se realize.
La trama tiene un manejo interesante sobre el inconsiente de las personas, por medio de sus sueños, en los que Christopher Nolan hace un guión inteligente que nos recuerdan trabajos como “Memento” (2000), y utiliza recursos de acción como los que nos dejó disfrutar en “Batman Begins” (2005) y “The Dark Knight” (2008).
¿La realidad es un sueño, o nuestros sueños son la realidad?