En nuestra primera entrega dimos un pequeño repaso de las consideraciones y dimensionamiento para decidir cuáles servicios se mandarán a un entorno virtual y cuales se quedan como reales, y en esta ocasión veremos porque conviene implementarlos, los pros y contras, así como sus implicaciones.
Al término de la lectura la mayoría encontrará pocos motivos para evitar la virtualización, aunque se hará hincapié en la necesidad de una correcta planeación, que en parte se vió en el primer artículo de la serie pero ahora nos enfocaremos a las condiciones generales de la infraestructura y la administración de las tecnología de información, que es un aspecto en que por lo general, al no considerar los elementos en su justa dimensión, hacen fracasar los proyectos.
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